Derinkuyu es una ciudad y distrito de la provincia de Nevşehir en
Anatolia central,
Turquía.
En el censo del 2000, la población del distrito era de 24.631
habitantes, de ellos 11.092 correspondían a la ciudad de Derinkuyu. El
distrito posee un área de 445 km2, y la elevación media es de 1.300 m,
con el monte Ertaş de 1.988 m como punto más alto.
Localizada en la región de
Capadocia, Derinkuyu es conocida por ser la de mayor atracción turística de las 37
ciudades subterráneas abandonadas de esta región.
Derinkuyu se encuentra 29 km al sur de Nevşehir, y su nombre significa
pozo profundo. Antiguamente llamada
Melengübü, se cree que el lugar fue ocupado desde el siglo VII, aunque algunos arqueólogos especulan que es más antigua que
Kaymaklı, otra famosa
ciudad subterránea de la zona; ya que el primer nivel pudo haber sido escarbado por los
hititas alrededor del año 1400 a. C.
En 1963, un habitante de Derinkuyu, derribando una pared de su casa-cueva, descubrió asombrado que detrás de la misma se encontraba una misteriosa habitación que nunca había visto; esta habitación le llevó a otra, y ésta a otra y a otra…
Por casualidad había descubierto la ciudad subterránea de Derinkuyu, cuyo primer nivel pudo ser excavado por los hititas alrededor del año 1400 a.C.Los arqueólogos comenzaron a estudiar esta fascinante ciudad subterránea abandonada. Consiguieron llegar a los cuarenta metros de profundidad, aunque se cree que tiene un fondo de hasta 85 metros.
En la actualidad se han descubierto 20 niveles subterráneos. Sólo pueden visitarse los ocho niveles superiores; los demás están parcialmente obstruidos o reservados a los arqueólogos y antropólogos que estudian Derinkuyu.
La ciudad fue utilizada como refugio
por miles de personas que vivían en el subsuelo para protegerse de las
frecuentes invasiones que sufrió Capadocia, en las diversas épocas de su ocupación, y también por los primeros cristianos.
Los enemigos, conscientes del peligro
que encerraba introducirse en el interior de la ciudad, por lo general
intentaban que la población saliera a la superficie envenenando los
pozos.
El interior es asombroso: las galerías
subterráneas de Derinkuyu (en las que hay espacio para, al menos,10.000 personas) podían bloquearse en tres puntos estratégicos
desplazando puertas circulares de piedra. Estas pesadas rocas que
cerraban el pasillo impedían la entrada de los enemigos. Tenían de 1 a
1,5 metros de altura, unos 50 centímetros de ancho y un peso de hasta
500 Kilos.
En la imagen superior se aprecia cómo la puerta circular de piedra cerraba el pasillo, aislando a los habitantes del subsuelo. Además, Derinkuyu tiene un túnel de casi 8 kilómetros de largo que conduce a otra ciudad subterránea de Capadocia, Kaymakli.
De las ciudades subterráneas de esta zona hablaba el historiador griego Jenofonte. En su obra Anábasis explicaba que las personas que vivían en Anatolia habían excavado sus casas bajo tierra y vivían en alojamientos lo suficientemente grandes como para una familia, sus animales domésticos y los suministros de alimentos que almacenaban.
En los niveles recuperados se han
localizado establos, comedores, una iglesia (de planta cruciforme de 20
por 9 metros, con un techo de más de tres metros de altura), cocinas
(todavía ennegrecidas por el hollín de las hogueras que se encendían
para cocinar), prensas para el vino y para el aceite, bodegas, tiendas
de alimentación, una escuela, numerosas habitaciones e, incluso, un bar.
La ciudad se beneficiaba de la
existencia de un río subterráneo; tenía pozos de agua y un magnífico
sistema de ventilación (se han descubierto 52 pozos de ventilación) que
asombra a los ingenieros de la actualidad.
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